lunes, mayo 31, 2010

Apuntes Deleuze Mil Mesetas

Gilles Deleuze y Felix Guattari (1980) Mil Mesetas. Valencia: PreTextos 1988


Sep 6 de 2009

p. 43
"El nombre propio no designa un individuo: al contrario, un individuo sólo adquiere su verdadero nombre propio cuando se abre a las multiplicidades que lo atraviesan totalmente, tras el más severo ejercicio de despersonalizaión. El nombre propio es la aprehensión instantánea de una multiplicidad (enjambre de abejas, manada de lobos, movimientos brownianos, rizomas). El nombre propio es el sujeto de un puro infinitivo entendido como tal en un campo de intensidad".


Sep 9 de 2009

p. 323

"[...] la firma, el nombre propio, no es la marca constituida de un sujeto, es la marca constituyente de un dominio, de una morada. La firma no indica una persona, es la formación azarosa de un dominio. Las moradas tienen nombres propios, y son inspiradas "los inspirados y su morada...", pero con la morada surge la inspiración."

miércoles, marzo 03, 2010

Apuntes Deleuze. Un mapa.

John Rajchman (2000)
Deleuze un mapa. Edit Nueva Visión, Buenos Aires 2004

Mayo 14 de 2007

p. 59, 60
Buscar nuevos conectores.
Los conectores conocidos son Y, ó, si-enonces, Es
Rajchman habla de un “Y” con una gramática particular en Deleuze.

Diría que es como un
“Esto que se va volviendo aquello” y mutuo.

Su Devenir
Su Zona de indiscernibilidad


p. 60

“ Esta “destitución” lógica, entonces, no es en sí misma un fin sino la consecuencia de otra manera de pensar acerca de las cosas y de conectarlas: otro tipo de construcción lógica con una reacción diferente con “lo que es”. Deleuze dice que su lógica es “constructivista”, no decosntruccionista. No se trta tanto de deshacer identidades como de combinar las diferencias en todos abiertos y complejos”.

p. 63
“Porque las implicaciones de un problema filosófico nunca son una simple cuestión de inferir verdades a partir de otras verdades sino de tener otro tipo de relación con el lenguaje: suponen una textura o trama (symploche) el discurso anterior a todo lo que se puede tejer a partir de formas puras e inmutables”.


Miércoles mayo 16 de 2007

p. 69
“En esa lógica del sentido (y del sinsentido), precísamente, no hay un código y no puede haberlo. Así, por ejemplo, Deleuze se subleva ante la idea de que el inconsciente está estructurado como un código. Lo que Freud denomina “síntomas” sirve, en cambio, para singularizarnos y singularizar nuestras relaciones recíprocas, como si cada uno tuviera un “idiolecto” [idiom] o una idiosincracia libidinal peculiar, clave del sentido que sólo puede estar en los caprichos de lo que decimos y hacemos, y que así crea “relaciones virtuales” entre nosostros, que son anteriores a cualquier orden simbólico e irreductibles a él. Así, los síntomas serían signos de un “sinsentido” que no es error ni ruido en la información sino una prodigiosa reserva o virtualidad impersonal de lo que nos constituye como seres singulares”.

p. 69 Excelente ***

“ El problema de la semiótica de Deleuze consiste en transmitir ese sentido y conseguir que lo que todavía no hemos podido pensar se torne pensable, que lo que no hemos podido discernir “clara y distintamente” se haga visible. Es el problema de expresar algo de nuestro modo de ser que no es imitación ni representación de nada anterior, algo que Deleuze percibe no sólo en los “síntomas” de Freud o en los “signos” de Proust sino también en la cuestión de los “signos ambiguos” en Leibniz o los tipos de imágenes que él mismo elabora en sus estudio sobre el cine”.


p. 77
“Por que “afirmar la vida” jamás es afirmar una proposición o una tesis sobre la vida; por el contrario, es comprometerse en otro estilo de pensar que nada afirma: en consecuencia, afirmar es quitar peso, “aligerar”, alcanzar la “inocencia” de otras posibilidades”.


p. 89 ***

“No es que repitamos porque reprimimos, escribió Deleuze en Différence et répetition; reprimimos y “olvidamos” para vivir nuestros deseos de esa otra manera no personalizada que hace de cada vida un singular “complejo de deseo””.


p. 91

“ Así pues, las multiplicidades son inconscientes porque sus individuaciones son impersonales y, a la inversa, lo que hace que el deseo sea inconsciente no es ninguna “represión primaria” sino el desarrollo en la vida de acontecimientos y potencias que no caben dentro de las identificaciones personalizantes y se abren camino mediante otros tipos de encuentros e interacciones “multiplicadores” o “complejizantes”.


p. 95
“La cuestión fundamental que Deleuze recupera del estoicismo para hacerla suya no reside en “no ser indignos (indigne) de lo que nos acontece” sino, en particular, en cómo responder a las individuaciones que constituyen una vida y que nos preceden como sujetos y personas”